Acabas de escuchar el sonido de ese mensaje esperado, la impaciencia y la sonrisa dibujada en tu cara no tiene precio, que ridículo eres. Arréglate desinteresadamente buscando que todos los detalles sean perfecto y que te invada ese miedo a la decepción... ¡¡¡¡¡ya estas listo!!!!!
¿Por qué mira hacia abajo?¿Por qué no sonrie como ayer?... déjalo, malditas paranoias, hola inseguridad, no estas invitada. ¿Un beso?, ¿Si? ¡Que va! somos de una nueva generación... pero el amor no entiende de ninguna generación.
Busca rozarle esa mano que tiene encogida cerca de su pierna con el fin que al primer contacto se abra y puedas deslizar tus dedos entre los suyos. No surge efecto. Anda su mismo ritmo, no dejes que te adelante... no lo merece. Puta tarde calurosa, te odiamos todos. Deja que se siente primero en el banco de aquel parque que esta precioso en verano pero que tu alergia no se alegra precisamente de ello y busca acercarte lo máximo a ella. No hace falta que te alejes. Vaya charla mas improductiva, no te interesa lo que digo, tus monosílabos me matan poco a poco. ¿Que sueño hace no?, es buena excusa para abrazarla... eres un patético. Mis brazos necesitan rodearte porque lo necesitan imperiosamente, no se acuerdan de lo que era tenerte. Siente como ese hombro se mueve ligeramente desprendiéndose de tu mano... siente como en tu cabeza aparece un buen nubarrón que te impide ver. "Eres tan gilipollas a veces"... bravo cerebro mio, te admiro por decir lo que en realidad quiero decir, gracias por estar ahí.
Levántate, asegurate que llevas todo encima: Cartera con su foto, entradas de cine que compartisteis, tickets de las cenas... móvil, abono... todo. Te encuentras con dos besos sin valor, probablemente los últimos, es posible que no vuelvas a notar sus labios tan cerca, no te importa. Adiós, es mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario